Bobal, tempranillo, C. Sauvignon, Garnacha.
Este vino representa la versatilidad de un clásico, que es capaz de integrar la potencia de la fruta con una comprensible y amable complejidad, resultado de su envejecimiento en roble durante un periodo que oscila entre los 18 y 24 meses, hasta alcanzar su plenitud. Es un vino para disfrutar con platos de carne, guisos y quesos curados.